La planificación fiscal es un servicio fundamental que puede ayudar a los clientes a minimizar sus impuestos optimizando sus decisiones financieras para evitar sanciones. Requiere una comprensión de la evolución de la legislación fiscal y la capacidad de comunicar eficazmente estas estrategias con los clientes.
Carta ofrece un servicio integral de asesoramiento fiscal que incluye seminarios web en toda la empresa y sesiones individuales con asesores fiscales para responder a las preguntas de los empleados. El equipo de Asesoría Fiscal modela posibles escenarios fiscales basados en datos reales, para que puedan dedicar más tiempo a asesorar a sus clientes.
Las empresas españolas dependen en gran medida de los servicios fiscales para gestionar sus obligaciones tributarias. Los asesores fiscales ayudan a las empresas a estructurar sus operaciones para cumplir con el siempre cambiante código tributario, que incluye el impuesto de sociedades, el impuesto sobre el valor añadido (IVA) y diversos impuestos autonómicos. También ofrecen asistencia en planificación fiscal, fiscalidad internacional y cumplimiento de los precios de transferencia, ayudando a las empresas a seguir siendo competitivas y eficientes desde el punto de vista legal.
El “asesoramiento fiscal paterna” se refiere a la orientación y las recomendaciones que se ofrecen a los padres sobre diversas cuestiones relacionadas con la fiscalidad. Estas cuestiones suelen girar en torno a la optimización de las estrategias financieras, la planificación fiscal y la comprensión de las implicaciones fiscales de las decisiones relacionadas con la paternidad. Este asesoramiento puede incluir información sobre créditos fiscales, deducciones y exenciones a disposición de los padres, como el crédito fiscal por hijos o el crédito fiscal por rendimientos del trabajo. Además, puede abarcar temas como el ahorro para la educación a través de cuentas con ventajas fiscales, la planificación del patrimonio y la comprensión de las consecuencias fiscales de las diferentes situaciones de crianza de los hijos, como el divorcio o la adopción. El asesoramiento fiscal para padres es valioso para ayudarles a tomar decisiones financieras informadas que pueden tener un impacto positivo en el bienestar financiero de su familia.
1. Deducciones fiscales
Las deducciones son un tipo de disposición fiscal que reduce su renta imponible. Puede solicitar muchas deducciones en función de sus circunstancias personales. Entre ellas están las deducciones por gastos médicos no reembolsados, intereses hipotecarios, donaciones benéficas y aportaciones a cuentas de jubilación como las cuentas IRA y las cuentas de ahorro para la salud. Estas deducciones suelen denominarse deducciones “por encima de la línea” porque reducen su renta bruta ajustada (RBDA). Puede optar por detallar sus deducciones o acogerse a la deducción estándar, dependiendo de sus circunstancias.
Además de las deducciones fiscales, los contribuyentes también pueden solicitar créditos fiscales. Los créditos fiscales son diferentes de las deducciones porque reducen la deuda tributaria dólar por dólar una vez calculados los impuestos. Los créditos fiscales pueden ser particularmente útiles si tienes bajos ingresos porque te dan más por tu dinero.
2. Créditos fiscales
Aunque muchos estadounidenses recurren a las deducciones fiscales para reducir su renta imponible, algunos pueden optar a créditos fiscales. A diferencia de las deducciones fiscales, que suponen una reducción de los ingresos antes de que se calculen los impuestos, un crédito reduce la cantidad que debe en dólares.
El gobierno federal ofrece una serie de créditos fiscales para fomentar tipos específicos de comportamiento. Entre ellos se incluyen los gastos de educación, los gastos sanitarios y las medidas de eficiencia energética. Algunos son reembolsables, lo que significa que puede recuperar el importe total o parcial del crédito además de cualquier cantidad que pague.
Los créditos fiscales suelen ser más valiosos que las deducciones fiscales porque reducen la cantidad real de impuestos que debe pagar. También son más eficaces que las deducciones para los declarantes del quintil de renta más bajo.
3. Deducciones detalladas
Las deducciones detalladas son gastos que se pueden reclamar en la declaración de la renta para reducir la renta bruta ajustada y, potencialmente, la deuda tributaria. Pueden incluir gastos médicos, intereses hipotecarios, contribuciones benéficas y pérdidas materiales por catástrofes.
Antes de la aprobación de la Tax Cuts and Jobs Act (TCJA), era más ventajoso para los contribuyentes detallar las deducciones que tomar una deducción estándar. Sin embargo, la nueva ley fiscal casi duplicó la deducción estándar, haciendo que sea menos ventajoso para algunos contribuyentes detallar.
Un profesional fiscal cualificado puede ayudarle a determinar si es beneficioso detallar o tomar la deducción estándar. Esta puede ser una decisión complicada y es importante mantener registros minuciosos para asegurarse de no perder ninguna oportunidad de deducción fiscal.
4. Refugios fiscales
Un paraíso fiscal es una estrategia financiera que minimiza o aplaza los impuestos sobre la renta. Incluye cuentas de inversión que tienen un tratamiento fiscal favorable y deducciones que reducen la renta imponible. Se diferencia de la evasión fiscal y de los paraísos fiscales, que implican actividades ilegales.
Los paraísos fiscales pueden ayudar a las personas adineradas a conservar más de lo que ganan. Pueden ir desde instrumentos de inversión como los planes 401(k) y las cuentas IRA, que protegen las inversiones de los impuestos hasta que se retiran, hasta inversiones inmobiliarias que producen ganancias con impuestos diferidos.
Sin embargo, Hacienda siempre está al acecho de las personas que sobrepasan los límites de lo legalmente permisible y puede penalizarlas con multas o penas de prisión. Por eso, es importante trabajar con un profesional para maximizar tus rendimientos utilizando estrategias legítimas que cumplan con la ley.
5. Asesores fiscales
Un asesor fiscal es más que un preparador de impuestos; tiene experiencia en una variedad de situaciones financieras complejas que requieren una planificación estratégica. Pueden ayudar a minimizar las obligaciones fiscales, capitalizar las deducciones disponibles y gestionar los problemas hereditarios. También pueden ayudar con las donaciones benéficas, la planificación fiscal de las empresas y la presentación de declaraciones de la renta.
Los asesores fiscales también pueden ayudar a gestionar los impuestos sobre las plusvalías. Se trata de impuestos que se activan a raíz de determinados acontecimientos vitales y que, si no se gestionan adecuadamente, pueden dar lugar a una factura fiscal muy elevada.
Cuando elija a un asesor fiscal, hágale preguntas que le permitan conocer sus aptitudes, experiencia y personalidad. Un profesional debe estar bien informado y ser capaz de explicarle sus conclusiones de una manera que le resulte fácil de entender.